¿Cómo es ser-hombre en el 2016?

Habitualmente por mi trabajo reflexiono bastante sobre esto. También por mi propio transitar la vida….

Lejos de parecer una tarea hecha, ser hombre en los 2000 es un desafío brutal y hasta a veces agónico. Pertenezco a una generación que fue educada en un machismo cultural asfixiante, donde se hacía gala de la superioridad sobre la mujer pero se dependía de ella en casi todo. Ser hombre, es poder controlar a la mujer, satisfacer su deseo sexual cual macho en celo. Es asumirnos como destinados a tareas superiores: trabajar fuera de casa, aspirar a cargos de jefatura, mhombre-agoiabdo-1andar, ser buenos proveedores económicos para que nuestro ego no se hiera, y largos etcéteras…. No hablamos de lo que sentimos, no expresamos lo que nos preocupa: ni amor ni ternura, porque son mariconeadas, pero sí podemos putear sin limites en la cancha o manejando el vehículo. Tenemos que hacerles los tiros a cuanta “mina” se nos cruce, y si tenemos grupos de amigos “igualmente machos” en las redes sociales, obviamente, compartir porno….

Sin embargo, a pesar de todo este manual del “hombre fuerte” las relaciones se deshilachan, los amores se rompen, las mujeres se cansan, los hijos se nos ríen y allí quedamos…solos con nuestro libreto machista añejado y un poco patético.

Sí… Ser hombres en esta época es difícil. Muy difícil. Ser como nos enseñaron, no funciona. Ser como desearíamos ser, es peor aún. Si no tiroteas a una “mina que esté buena” sos un cagón, si hablas de lo que sentís y de lo que te duele, si abrazas a un amigo o decis un simple “te quiero” te tratan de puto, si sos dialogante y nada autoritario, te consideran “flojo”, aun las mismas mujeres que enarbolan el “Ni una menos”.

agobiado.2.jpgSin querer ser lo que nos enseñaron, ni poder ser lo que deseamos: ¿qué somos?, ¿cómo debemos ser?…

Personalmente, no creo en la colonización ideológica. Quizás por mi rasgo oposicionista, no me creo eso de que alguien es bueno solo por el hecho de ser mujer y es oscuro solo por ser hombre. Mucho daño hace –a mi humilde entender- la ideología de género. Aunque no podemos dejar de asumir que los hombres (los de ayer y también los de hoy) hemos intoxicado al mundo con nuestro asfixiante cliché cultural. Pero eso es otro tema…

Mujer, amiga, hermana, madre: ayude al hombre que tiene a su lado a desarrollarse a sí mismo. No espere de él que sea la salvación a su vida, ni que él lo pueda o lo sepa todo. No reprima sus sentimientos y ayúdele a hablar de lo que le pasa, pero más allá de lo cotidiano (qué siente, que teme, que le preocupa, que ama…). Ayúdele a descubrir que él está llamado a ser quien es y que su “éxito en la vida” no depende de cuán poderoso sea, cuánto dinero genere, cuán grande tenga su miembro (perdón si soy demasiado descriptivo)…. Motivele a que pueda superarse en la tarea diaria de aprender a vivir, y que acepte que nadie le está tomando examen: puede equivocarse y no pasa nada. Le hará un INMENSO BIEN a ése hombre y al mundo de sus relaciones. Y le generará  un TERRIBLE PERJUICIO a los cardiólogos, la industria farmacéutica, a las guardias de hospitales…. Porque ya no necesitaremos consumir tanto viagra, ansiolíticos, antidepresivos; no reprimiremos  nuestras emociones hasta que explote nuestro corazón infartado o nuestro cerebro colapse ante el desafío con un ACV…. Ya no necesitaremos diluir el dolor de lo “no dicho” en alcohol, drogas o guampeando a su mujer para tener que demostrarse a si mismo que es un hombre MUY deseado y que siempre puede.

Hombre, esposo, amigo, hermano: hágase un bien a sí mismo, y no se caricaturice: si abraza a un amigo no es hacer algo “gay”, no tema usar las expresiones

  • “yo temo”
  • “a mi me duele”
  • “me angustia”
  • “te amo”
  • “te necesito”
  • “tengo miedo a no poder o a no saber cómo se hace”.
  • “No puedo”

agobiado-3Hable de lo que le pasa, cambie el pañal con mierda de sus hijos, limpie el baño, lave las ollas (no solo los platos y vasos), ensúciese las manos sin sentir que eso le degrada. Si alguna vez, o varias, “no se le para el miembro”… no sea dramático. Si el acto sexual es más corto que antes, no se acaba el mundo. Ud. no es una máquina sexual, es sólo un ser humano con sentimientos y a veces puede “no querer” o sencillamente “no poder”. Su mujer no es alguien a quien tiene que venderle un producto: no tiene que convencerla de cuán bueno es… ella lo eligió a Ud no porque sea “el mejor” sino simplemente porque lo quiere así como es….  Su mujer tampoco es la competencia: es su compañera en la vida: Hable, acuerde, discuta, abrace, ame, sufra, pero siempre “de igual a igual”, en par…  Ayude a su hija a que elija un buen hombre en la vida y no sea imbécil y rivalice con él. Ella desea lograr algo que Ud ya logró. A su hijo enséñele que ser hombre es más que ser el “gallo ponedor del gallinero” y que aunque pueda y decida tener sexo con quien quiera, eso no basta para amar, eso del amor es algo más trabajoso pero infinitamente más feliz. Si tiene un amigo gay no sea prejuicioso pensando que el otro lo está midiendo todo el tiempo para ver hasta dónde llega Ud. No proyecte sus sentimientos de inseguridad personal en los otros. Ría, juegue, camine descalzo, bañe a sus hijos pequeños, y no se ponga en el rol de hijo de su esposa; ella ya tiene otros que criar: ud es su aliado en la vida para esa tarea.

Se lo dice un hombre del 2016, que también lucha por definir cada día de qué se trata esto de ser un hombre en la liquidez de la posmodernidad…. A veces con claridad y alegría y a veces con dolor y agonía. Como dice Baglietto: “solo se trata de vivir, esa es la historia”

MH+

1 comentario en “¿Cómo es ser-hombre en el 2016?”

  1. La fragilidad de la masculinidad es una condición del hombre heredada por su naturaleza. Ser hombre es un proceso cultural y un desarrollo psíquico que conlleva muchos obstáculos ya que uno se conoce o no a través de lo que su propia valentía le permite. Uno puede ser hombre rudo y macho por fuera, pero por dentro un niño débil a abandonado en un mundo sin sentido y prejuicioso. Ser hombre en el 2020 es un desafío cultural donde la historia como acto retardado de mímesis vuelve a dejar al desnudo a aquel sujeto que aún no sabe quién es…

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